El sentimiento de culpabilidad en la migración es un tema sumamente complicado y doloroso. Pide ayuda.
Cuando estaba haciendo mi doctorado, me encontré con un artículo muy interesante llamado "The early morning phone call". En pocas palabras, el artículo analiza cómo el envío de remesas tiene importantes repercusiones para los migrantes, en concreto refugiados. Al leer el artículo, me di cuenta de que el título se refería a la urgencia con la que a veces los familiares “en casa” solicitan apoyo financiero en un contexto de guerra o conflicto de alguna clase. Sin embargo...
Como dice el artículo, las remesas no son “solo dinero”.
Para much@s de nosotr@s, recibir una "llamada a media noche" a menudo no se trata de dinero, sino de compartir información difícil de digerir. ¿A cuánt@s de vosotr@s os ha despertado a medianoche una llamada telefónica de vuestros padres/hermanos/familiares lejanos... con este mensaje o similar?:
“Tu madre tuvo un ataque al corazón y está en el hospital”.
A menudo no se trata de dinero, sino de apoyo emocional y nuestra “obligación” filial de estar allí. Sin embargo, estar allí no siempre es tan fácil, ¿verdad?
Si no tenemos trabajo, o somos autónomos, y de alguna forma tenemos la "suerte" de tener libertad geográfica y una buena situación económica, tal vez podamos permitirnos el lujo de tomar el próximo avión y volver a casa para brindar algún tipo de apoyo.
Si tenemos un trabajo (supongamos que todavía tenemos solvencia financiera), debemos agregar el factor "jefe benévolo", que comprenderá nuestra angustia y nos permitirá trabajar desde casa mientras brindamos cuidado a nuestros parientes).
Pero, ¿y si no tenemos los recursos económicos para tomar el próximo vuelo y nuestro jefe es un gilipollas sin corazón?
Bueno, entonces estamos jodid@s.
Es parte de a lo que muchos se han referido como duelo migratorio. No poder estar ahí cuando nos necesitan, puede generar fuertes sentimientos de culpabilidad, ansiedad e incluso depresión.
Lo que encuentro particularmente interesante para much@s de l@s inmigrantes y expatriad@s que he conocido en mi vida es que parece que mantenemos este tema como un tabú. Es como si manejar las relaciones familiares en migración fuera algo de lo que nos avergonzamos, de lo que tratamos de evitar hablar (y pensar) a toda costa.
Hace algunos años, vivía en un pueblo del norte de México. El plan en ese momento era quedarme e instalarme allí "forever and ever", así que de repente me comenzaron a invadir todas estas preguntas atormentadoras sobre: "¿Qué haré si mi madre/padre se enferma?"
Un día conocí a una compatriota europea y mientras tomábamos un café y hablábamos de los pros y contras de vivir en México, le pregunté si había hecho algún plan con sus padres. Su rostro se congeló y se le borró la sonrisa de la cara. “Es un tema con el que estoy luchando mucho y no quiero hablar de eso”. Luego se apresuró a pagar la cuenta y nos fuimos. No nos volvimos a ver después de ese día.
Hace unos días estaba hablando con mi amiga Anais (no es su nombre real), cuya madre falleció cuando ella vivía en el extranjero. No pudo volar para darle su último adiós a tiempo, ni siquiera asistir al funeral. Ella me había contado esto antes, pero recién el otro día me explicó cómo ese evento había disparado su culpa de tal manera que había terminado regresando de un lugar que le gustaba, a un lugar que odiaba. A su regreso, se mudó de país 3 veces más: de España a Alemania, luego de regreso a España, luego de nuevo a los Países Bajos, y luego de regreso a España, y luego una vez más a Alemania, y ahora está planeando su regreso final a España. , donde quiere estar cerca de la familia que le queda.
Lidiar con la culpa en la migración es un tema sumamente complicado y doloroso. Y lo que es peor, la culpa es un sentimiento muy insidioso, por lo que puede llevarnos a hacer cosas y llevar una vida que en realidad no queremos.
Si te sientes abrumad@ manejando la culpa y las relaciones familiares en la migración, busca ayuda lo antes posible. Recuerda que tu bienestar mental y físico es tan importante como el de tu familia.